Ambientes Sedimentarios

El dominio de plataforma es el marino somero. Corresponden a zonas de suave pendiente (normalmente <1º) y tienen dimensiones muy variadas, desde 1 a 200 km de ancho y longitudes de hasta pocos miles de kilómetros (Figura III-36). Su límite superior corresponde al del nivel de base del oleaje en época de buen tiempo (unos pocos metros de profundidad). El inferior lo marca el límite de la zona fótica (profundidad hasta la que penetra la luz), que viene a coincidir con el de la plataforma continental y se sitúa ~ a los 200 m de profundidad. Desde el punto de vista fisiográfico, el límite inferior de la plataforma lo marca la ruptura de pendiente (shelf break) justo antes del talud continental donde la pendiente se acentúa (Figura III-36). En plataformas actuales la ruptura de pendiente se sitúa entre los 70 y 130 m de profundidad.

Los abanicos aluviales son cuerpos sedimentarios en forma de semicono, constituidos por sedimentos detríticos gruesos (fundamentalmente conglomerados y arenas), localizados al pie de las montañas. Vistos en planta tienen forma de abanico, de ahí su nombre (Figura III-1). Cuando penetran en cuerpos de agua estancada (lagos y/o mares) se denominan “abanicos deltaicos” (Figura III-1D). Normalmente aparecen relacionados con fracturas de borde de macizos montañosos, desarrollándose todo un sistema de abanicos parcialmente coalescentes entre sí que se conoce como “zona de bajada o de piedemonte” (Figura III-1C) .

Los ríos son agentes erosivos muy importantes, pero pueden también localmente acumular potencias considerables de sedimento. Desde el punto sedimentario se diferencian dos tipos principales de ríos: los ríos trenzados (braided) y los ríos sinuosos o meandriformes (Figura III-8). Los primeros son ríos de trayecto corto, que discurren por zonas de fuerte pendiente. Los segundos discurren por extensas zonas planas, de escaso relieve. Lo más normal es que un mismo río, si es de largo recorrido, presente un carácter trenzado en la zona de cabecera y un desarrollo meandriforme en sus partes medio-distales.

Los deltas son cuerpos sedimentarios de forma lobulada, constituidos por sedimentos detríticos gruesos (arenas y conglomerados), localizados en la desembocadura de los ríos en lagos y mares. El depósito de sedimento se produce por abandono de carga, al frenarse bruscamente la corriente del río y perder gran parte de su energía.

Las playas se pueden definir como cordones de arena (conglomerado) largos y estrechos, paralelos a la línea de costa. El sedimento terrígeno es inicialmente aportado al mar por los ríos siendo el oleaje el agente encargado de removilizarlo y redepositarlo en la zona de costa. El funcionamiento de las playas es totalmente distinto en invierno y en verano. En invierno dominan las temporales y las playas se erosionan y desaparecen parcialmente. En verano domina la sedimentación y la playa se regenera.

Las llanuras de marea son zonas costeras protegidas, de relieve muy suave, con oscilación de marea importante (> 2 m). Se localizan en bahías, márgenes de estuarios, al abrigo de flechas litorales, etc. (Figura III-31). Muy raramente se enfrentan directamente al mar abierto.

Los cañones submarinos son rasgos fisiográficos con fuertes pendientes que inciden y excavan el talud de todos los márgenes continentales actuales. Estos cañones constituyen los principales conductos para la transferencia de sedimento desde la plataforma a la cuenca oceánica. Tienen dimensiones muy variables, desde algunos kilómetros a pocas decenas de kilómetros de anchura a cientos de kilómetros de longitud y profundidades de varios centenares. Su cabecera puede estar encajada en el talud (cañones confinados) o excavar en la plataforma (cañones incididos en la plataforma), en cuyo caso pueden presentar conexión o no con canales incididos plataforma y/o con la desembocadura de sistemas fluviales y deltaicos (Figura III-56). En su salida, al pie del talud continental, se suelen localizar unos cuerpos sedimentarios de grandes dimensiones, en forma de abanico, que se denominan abanicos submarinos, cuyos depósitos pueden extenderse a lo largo de cientos a miles de kilómetros y presentan espesores de hasta varios miles de metros.